domingo, 1 de agosto de 2010

grietas...

Sin ser consultadxs fuimos arrojadxs aquí. A un mundo ya en marcha, con un origen remoto y atravesado por experiencias tan sangrientas como apasionadas, las que lo hicieron lo que es hoy… un mundo que por momentos se torna chato, pequeño y asfixiante. Esto tal vez tenga que ver con el desarrollo del capitalismo, con la idea de que todas las demás opciones ya fracasaron. Como si la historia hubiera llegado a su fin con la simple caída de un muro.
Cuando los dos lados se hicieron uno, se abrió paso a un periodo de hegemonía. Se globalizó la explotación del hombre por el hombre, se eliminaron las fronteras del mercado y se profundizaron las humanas.

La estructura persiste con algunos retoques progresistas en el envoltorio, intentando mantenernos distraidxs y pasivxs. Pero las injusticias crecen, y de allí nacen las rebeliones y otras formas de disputa al poder.

En medio del desierto florecen grietas, repletas de oxígeno. Grietas que proyectan un mundo distinto. Grietas inquietas, que se muestran inconformes con lo dado, con lo ya dicho. Grietas, como esta, que pretenden ser un disparador a la reflexión y a la discusión tanto introspectiva como colectiva. Grietas que incitan a alzar la voz en medio de tanto silencio. Grietas que no intentan ser parches sino herramientas para la transformación social. Grietas que se sitúan en las barricadas, para hacer de cada espacio un lugar de lucha y resistencia.

conceptos...



Siempre me parece oportuno arrancar explicando el nombre, más cuando hace alusión como en este caso a conceptos teóricos importantes. Hablar de hegemonía/contrahegemonia, nos remonta a Antonio Gramsci. Por qué Gramsci, quién fue Gramsci: Gramsci era un intelectual marxista italiano de los años ‘20-‘30, perteneciente al Partido Comunista, que se dedica a escribir en su periodo carcelario (por eso su obra se presenta desordenada, ya que no fue pensada y revisada para ser publicada). Enfrentado a lo que entendía una situación de derrota para todo el campo del socialismo occidental, frente a la envestida de la Segunda Guerra Mundial y el proceso de reconfiguración del capitalismo, Gramsci plantea una serie de críticas al marxismo (a la ortodoxia por resguardarse en un “economisismo determinista”, subestimando la acción humana; y a los que actúan desde el mero “voluntarismo”, sin pensar en la organización revolucionaria) manteniéndose dentro y confiando en llegar a una síntesis superadora que permita el derrocamiento de las democracias burguesas para el triunfo revolucionario.
Propone profundizar la mirada a la relación estructura-superestructura, ya que nota que en las sociedades actuales la clase dominante ha desarrollado grandes mecanismos consensuales que le permite continuar en el poder con el apoyo de otras clases (subalternas) que se ven perjudicadas con ese proyecto político-económico. Inevitablemente, se pregunta por qué ocurre esto.
Es entonces cuando introduce la mirada en el terreno de la superestructura, la ideología, la hegemonía. Entiende por hegemonía al conjunto de estrategias prácticas a través de las cuales un grupo social consigue adhesión, acompañamiento o consenso para su dominio. Ese grupo social logra imponer su cultura, sus valores, su idea de mundo. Pero esto no es determinante, no se consigue de una vez y para siempre. Requiere ser constantemente reforzado, así como también puede ser modificado. Y no todxs necesariamente estamos de acuerdo con esas lógicas. Y es esto mismo lo que abre las puertas a las disputas, las luchas, las negociaciones, las alternativas. Es un campo de batalla que presenta grietas, donde tienen lugar practicas contrahegemónicas. La posibilidad para las clases subalternas de gestar una lucha contra-hegemónica, de impulsar la construcción de una nueva hegemonía que transforme la relación existentes.
En estas dos puntas encontramos desarrollo sobre la comunicación/ educación. Dentro de la hegemonía esta la pata que aferra esta ligazón al mercado, haciendo de este campo un eslabón más del sistema, que contribuya a su funcionamiento. Pero, por otro lados, están los que no buscan legitimidad dentro del marco impuesto, sino que se presenta como alternativa, como proyecto subversivo, critico, contrahegemónico.

Delimitaciones del campo...


No vamos a hablar de propiedad privada, ni de los metros cuadrados de un lote, como pareciera confundir el titulo, sino de un campo académico interdisciplinario como es la comunicación/educación. Si bien, es una disciplina joven, se configura dentro del estudio y las practicas político-culturales en relación a un objeto determinado: la articulación entre la formación de sujetos (objeto de la educación) y la producción de sentido (objeto de la comunicación).
Esta relación es de por sí problemática, compleja y confusa, y suele ser atacado por ciertos reduccionismos, realmente nocivos, que son necesario visualizarlos para no reproducirlos en nuestras experiencias.
· Hay un reduccionismo clásico relacionado con cada uno de los campos por separado: por un lado, la reducción de la comunicación a los medios de comunicación, y por el otro, reducción de la educación a la escuela;
· Una mirada unilateralmente pedagógica también es errónea. Acceder a la comunicación/educación solamente desde la práctica educativa puede significar un error epistemológico, ya que la educación es sólo un elemento en la articulación;
· Perspectiva tecnisista, representada de dos formas: por la asimilación de la comunicación a los medios, y las innovaciones tecnológicas (informática) en el ámbito escolar;
· Perspectivas semioticísta o hermenauticísta, sería caer en un mero interpretacionismo de lo que son y significan las relaciones entre comunicación y educación, sin atenderlas como prácticas sociales, como praxis;
· En ultima instancia, está la reducción del campo a las prácticas, a los proyectos en comunicación/educación.


Ahora bien, teniendo en cuanta el asidero excepcional que tiene el campo en latinoaméntica, debemos evaluar sus orígenes, el contexto histórico que le dio lugar. Como señala Huergo, surge en una época de conflicto entorno a proyectos regionales como fueron las décadas de los 60 y 70. La batalla no se libraba sólo en terreno teórico sino practico. La disputa se daba entre el “difucionismo desarrollista” y una perspectiva revolucionaria, popular y liberadora. Es aquí donde cabe hablar de hegemonía y contrahegemonía en comunicación/educación, ya que nos encontramos con el choque entre “quienes descubren los alcances comerciales y mercantiles del campo”, y quienes persiguen un proyecto critico y liberador.
La diferencia se ve claramente en la praxis, en la articulación entre acción y reflexión. Como sostenía Marx: “Los filósofos se han encargado de interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”. La praxis en comunicación/educación es política, porque todo acto es político, y en este terreno de disputa donde se pelea por la emancipación, transformación y autonomía del sujeto.
La pedagogía “liberadora”, planteada por Paulo Freire, es de donde se agarra toda la tradición critica en comunicación/educación ya que establece una ruptura con la escolarización y la tecnocracia. El pedagogo brasilero, comienza por realizar una fundad critica a la “educación bancaria”, basada en la verticalidad y jerarquización de acuerdo a saberes (legitimados) acumulados. Y contrapone la “pedagogía del oprimido”, la cual debe ser elaborada con él (el educando) y no para él, en esta pedagogía el educando sale del lugar pasivo al que lo habían acostumbrado, es tenido en cuanta e incorporado al diálogo.
Esta perspectiva se funda en la memoria y las luchas colectiva del pueblo, y hace de la comunicación/educacion un territorio común, un lugar que se habita.
Siguiendo los lineamientos del texto: “El reconocimiento del ‘universo vocabular’ y la prealimentación de las acciones estratégicas”, podemos notar que en la práctica pedagógica se transparencia una ‘estrategia’, con todos aquellos pasos y formas que nos damos para alcanzar el objetivo delimitado. El punto está en si pensamos nuestra intervención de manera fija, trabajando para el otro, creyendo que somos lxs poseedorxs de la verdad y sólo nos queda llevarla a la práctica; o con una perspectiva más abierta y revolucionaria, como la que se logra desnaturalizando las jerarquías educativas, entendiendo al educando fuera del lugar de ‘recipiente vacío’, tomando sus experiencias y construyendo en conjuntos, como lo entiende Freire.
Alcanzar un horizonte político liberador, va mucho más allá de la teoría, de la simple enunciación o el deseo personal (grupal), requiere la puesta en práctica. Y un proyecto con perspectivas innovadoras sólo será aceptado positivamente, si tenemos en cuenta (es decir conocemos y reconocemos) el “universo vocabular”.
Esta noción habla del “conjunto de palabras o el lenguaje con el que los sujetos interpretan el mundo”, y el acceso a ese universo solo se consigue estando en contacto con los educandos. Pues si nosotros lo establecemos desde afuera actuamos de acuerdo a prejuicios y prenociones, no contrastadas con la realidad.
Lo rico de esto es que nos permite acceder al “campo de significación del otro”, es decir, a los valores, saberse, prácticas, códigos, ideologías, etc. que comparte una cultura o subcultura y, desde la cual conoce y participa en la realidad.
En todo caso, hay que comprender que el sujeto de la educación se conforma en la práctica como sujeto activo y condicionado tanto por las condiciones sociales, políticas, jurídicas, academicas, etc. que rigen en la institución escolar, como por los discursos que circulan en espacios de la vida cotidiana. Así se construye hegemonía, ya que el sujeto acepta el papel que le propone su opresor. Buenfil Burgos afirma que “el proceso de educación crítica o liberadora si se quiere, implicaría que la modificación de la práctica cotidiana (a partir de la interpelación educativa) estuviera encaminada a la denuncia, crítica y transformación de las relaciones de opresión diversas (clasista, sexista, autoritaria, malinchista, burocratizante, etc) que rigen en una sociedad específica”.
“En este sentido, Comunicación y Educación deben ser entendidos en las coordinadas de la cultura, entendida como espacio de hegemonía”, dice Huergo. Dentro de este ámbito se libra una batalla entre la cultura popular y la dominante (Cultura). La primera es diversa, heterogénea, contradictoria. En oposición a esta, se encuentra la cultura oficial (o cultura de las clases dominantes): sólida, única y sistemática (en términos histórico-formales).
Un gran aporte es el de Hector Schmucler cuando sostiene que la comunicación/educación “no solo puede entenderse como un objeto constituido, sino principalmente como un objetivo a lograr; objetivo que conjuga deseo e interés crítico, que da sentido a las prácticas”. Esto muestra una voluntad transformadora, en el sentido ético y político.

Bibliografía consultada:
· Rosa Nilda Buenfil Burgos: “Análisis de discurso y educación”;
· Jorge Huergo: “Comunicación y Educación: aproximaciones”;
· Jorge Huergo: “El reconocimiento del ‘universo vocabular’ y la prealimentación de las acciones estratégicas”

pequeña diferencia...

Algo acerca de Paulo Freire...


Si bien, ya lo he mencionado en las notas anteriores, creo que este hombre se merece un párrafo (o mejor dicho un artículo) aparte. Por lo que significó para el campo de la educación en general y la comunicación/educación en particular. Sus ideas revolucionaron toda una manera de entender estos ámbitos y los sujetos que los habitan.
Pero antes de pasar a lo que significó su pensamiento, propongo una reseña biográfica:

Paulo Reglus Neves Freire fue uno de los mayores y más significativos pedagogos del siglo XX, el conocido Paulo Freire. Nació en Recife el 19 de Septiembre de 1921; y sus padres eran Joaquín Temistocles Freire y Edeltrudes Neves Freire.
En los años de la infancia recibió, de la mano de su padre la alfabetización. Luego, vio la profesora Eunices Vasconselos, una joven que profundizó en su educación de modo particular, en la vieja casa de Recife. Sus estudios secundarios fueron realizados en el colegio Oswaldo Cruz en Recife, donde más adelante será profesor de lengua..
A los 22 años ingresa a la facultad Secular de Derecho de esa misma ciudad. pero se dará un quiebre muy importante en su vida y pensamiento a partir de la relación con Elsa María Costa Antes, maestra. En 1944 se casan. Con ella tendrá su primer acercamiento a la enseñanza, y se incorporará a la alfabetización en el gobierno de Vargas. Fue director de Educación y Cultura del mismo instituto desde 1947 a 1954. pero en esa época comienzan a aparecer los primeros destellos de su teoría. Decidió utilizar esos espacios creados en función de la ideología dominante, para construir contrahegemonía, le cambia el sentido a la alfabetización, haciendo que esta se salga del ideal desarrollista , conductivita, funcionalista, para transformarlo en un espacio que favorezca la lectura y escritura de la vida y el mundo.
Freire sostenía que el proceso educativo debía partir del aquí y ahora de los educandos. Claro que este pensamiento hay que analizarlo en su tiempo. El contexto en que surge y se desarrolla, en los años ’60, en el Noroeste brasilero. Soplaban vientos de cambio en todo el continente, y el mundo. Existía una dinámica entusiasta, y era necesario trabajar para que todas las clases oprimidas, el pueblo, se levante. Y esto se tornaba particular en esa zona del Brasil, donde la mitad de sus 30 millones de habitantes eran marginados y analfabetas y como él decía, vivían dentro de una cultura del silencio. Era urgente "darles la palabra" para que formaran parte de la construcción de una nueva sociedad más justa, sin opresores ni oprimidos.
Por hablar simplemente de alguno de los resultados que tuvieron las primeras experiencias del método se puede decir que, en 1963, 300 trabajadores rurales fueran alfabetizados en 45 días.
Llegó después el golpe militar del 31 de Marzo de 1964, encabezado por el general Humberto de Alencar Castelo Blanco, y con ello la destitución de sus funciones, y el exilio.pasa un tiempo en Bolivia, y después a Chile. En este último encuentra un espacio donde trabajar y desarrollar su método. En el periodo que vive allí, desde 1964 hasta 1969, trabaja como asesor del Instituto de desarrollo agropecuario del Ministerio de Educación de Chile y, como Consultor de la UNESCO, junto al Instituto de Capacitación e Investigación de la Reforma Agraria de Chile.
Es un espacio propicio para la sistematización de su pensamiento, su teoría político-pedagógica.
Se va de Chile, y emprende asesoramientos y construcciones de sistema educativo a favor del oprimido, en varios países.
El recibió docenas de Doctorados Honoris Causa de Universidades de todo el mundo y numerosos premios incluyendo el de la paz de la UNESCO en 1987.
Finalmente, Paulo Freire fallece el 2 de mayo de 1997 en Sao Paulo, víctima de un infarto agudo de miocardio.


Creo que lo más importante es resaltar toda su creación intelectual, pero fundamentalmente lo que hacer a su práctica, al método que lleva a una nueva pedagogía que como fin inmediato tiene la alfabetización primaria, pero en su horizonte estratégico hay un proyecto mucho mayor, ya que piensa a la “educación como práctica de la libertad”.
En su obra más representativa: “pedagogía del oprimido”, Freire sostiene:
«La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación»
El propósito central de este paradigma se vincula con la necesidad de que el proceso de cambio sea asumido por el pueblo. Es la base da la Educación Popular, ya que significa un aporte, una herramienta más, para potenciar las luchas y organizaciones del pueblo.
En esta pedagogía, se elabora una extensa crítica a la “educación bancaria”, que emplea la autoridad el disiplinamiento para el sometimiento y la dominación de un grupo por sobre otro. Y le contrapone una nueva mirada, donde el sujeto del cambio es el que se encuentra más abajo en la jerarquía impuesta, que se trata de hacer pasar por natural dentro de el sistema capitalista, y dice claramente: “¿Quién mejor que los oprimidos se encontrará preparado para
entender el significado terrible de una sociedad opresora? ¿Quién sentirá mejor que ellos los efectos de la opresión? ¿Quién más que ellos para ir comprendiendo la necesidad de la liberación?”. Entiende que la elaboración de este proceso educativo debe ser con el educando y no para él, como es en la educación formal/oficial.
La problematización e la educación, requiere también una dialogicidad entre educador y educando. De lo que se tata es de comenzar a entender al dialogo como un elemento del aprendizaje, en el que el conocimiento de uno no este por sobre el otro, donde se valoren por “igual” todas las voces. Las personas se hacen en la palabra, y esto hace del lenguaje, que nos nombra, un campo de disputa permanente.
Partiendo de que la realidad es producto del accionar de los hombres, y no de la naturaleza, es que se revela la posibilidad de ser los gestores de un cambio revolucionario, las cosas no se van a transformar por casualidad, sino que se requiere de una praxis liberadora. Freire entiende a la praxis, dentro de la lógica marxista, como “reflexión y acción de los hombres sobre el mundo para transformarlo”, y agrega, “sin ella es imposible la superación de la contradicción opresor-oprimido”.

La escuela y la educación en el mundo moderno...


Durante la Edad Media, la educación se hallaba bajo la tutela de la Iglesia. Y es con la Modernidad que se produce una ruptura de raíz, dando lugar a la escuela tal como la conocemos hoy. Comienza el proceso de secularización, la escuela se transforma cada vez más en un problema del Estado.

Esto implocó un cambio de cosmovisión. El desarrollo de la ciencia, la centralidad en la Razón, en el control de las fuerzas de la naturaleza, la idea de progreso, la imposición de La Cultura por sobre las culturas, etc.: hacen al proyecto moderno, el cual es encarnado por la escuela.

Tal como sostiene Huergo: “La escuela, que significó y significa una revolución en la manera de organizar los procesos de socialización, de habilitación para funcionar cotidianamente y de transmisión y uso de conocimientos, debe entenderse en relación con los otros núcleos organizacionales, y con los rasgos propios de la modernidad: la sociedad capitalista, la cultura de masas, la configuración de hegemonías y la democracia.”

Lo primero que se da es un desplazamiento de las culturas orales a la lógica escritural. Como entiende Walter Ong, la educación debe girar alrededor de la escritura y la lectura del texto, más precisamente en el libro como localización del sabes y “lo culto”.

En estos momento se formaron diferentes representaciones hegemónicas en torno a la educación:

· La educación anudada a “lo positivo”;

· La educación anudada a la escuela;

· La educación como “preparación para” la vida.

Es la búsqueda del disiplinamiento de los cuerpos, del “buen encauzamiento” del sujeto en su entrada al mundo del conocimiento, la normatización y normalización, desde una mirada muy foucaultiana.

Una de las primeras obras al respecto es Didáctica Magna de Comenio, un Obispo reformista, que presenta a la escuela como “laboratorio de la humanidad”. Con la idea de dar “todo a todos” (todos los saberes a todos), es que recibe a niños considerados vulgares para convertirlos en nobles.

En Argentina, para hablar de educación necesariamente hay que aludir a Sarmiento, ya que significa el origen de la construcción del pensamiento nacional. Lo que hace para empezar es realizar un estudio de las condiciones económicas, demográficas, ocupacionales, etc. Todo esto se ve plasmado en su reconocida obra “Facundo”. Entiende que es urgentemente necesaria la educación para la civilización. Es así, que mirando la experiencia de otros países “avanzados”, llega a la conclusión que de la única manera de formar ciudadanos es con el pasaje de un sistema ganadero a uno agrícola. Bajo el influjo de las ideas liberales, sostiene que sólo sintiéndose propietarios podrán pretender derechos y ser libres.

Sarmiento logra establecer una “formación discursiva hegemónica”, una “formación binaria”, al oponer civilización y barbarie. Y no hay nada con mayor poder ideológico que esto. Lo que hace es basarse en diferencias empíricas para establecer fronteras insaldables. Pero en determinado momento se tiene que lograr que uno de los polos (en este caso la barbarie) desee ser el otro: y esto según Sarmiento, lo logra la educación.

Posteriormente, aparecieron tradiciones críticas, que no restringen su mirada a la educación “escolar”, que constituye un proyecto contrahegemónico. Un representante de estas ideas fue Simón Rodríguez (maestro de Bolivar) que planteaba que es la vida social misma la que nos forma: “el pedagogo no soy yo el pedagogo es el viaje”. Con esa frase deja ver que no identifica necesariamente al educador con una persona, sino con la experiencia. Por otra parte, también encontramos a Saúl Taborada que reivindica la “pedagogía comunal”, que no se centra en la escuela, sino que ve a todos los espacios sociales como educativos. Esa pedagogía fue eliminada con la incorporación de las ideas de Sarmiento al sistema educativo oficial.

Ya en los años 60, años de importantes luchas sociales abiertas, también en el plano cultural y educativo. La discusión estaba dada entre desarrollo y subdesarrollo. Esto atravesaba todo el continente. Se había dado la Revolución Cubana, con resultado triunfante. Y EEUU estaba preocupado por su influencia en el “patio trasero”. Se preguntaba cómo frenar los movimientos insurreccionales, cómo hacer de las sociedades subdesarrolladas, sociedades desarrolladas. Para resolver esto, se crea la Alianza para el Progreso. Planteando políticas en relación a tres sectores: en primer lugar, para el sector agrícola, buscando la tecnificación del trabajo rural (hay que tener en cuanta en Latinoamérica el campesinado estaba muy vinculado a la insurgencia revolucionaria, por lo que esta maniobra es un intento de desarticulación); en segundo lugar, para el sector demográfico, intentando controlar el crecimiento descontrolado, que entendían contribuye a la pobreza; y por ultimo, al sector educativo, fortalecieron las escuelas técnicas y se dio un proceso de sistematización de la enseñanza media.

En esta misma línea, surge el campo de la comunicación/educación orientada a llevar los medios de comunicación a la escuela.

Ahora bien, las criticas al desarrollismo también eran fuertes en esa época y tenían gran incidencia. Surge un pensamiento contrahegemonico: el de Freire. Hablando de pedagogía problematizadora y liberadora, se acerca a los sectores oprimidos y trabaja con ellos. Le cambia el sentido a la alfabetización, dándole importancia a la lectura y escritura de la vida y el mundo.

Es así, que la escuela se torna un espacio social, en el sentido de que es una “zona donde se establecen relaciones, se plantean conflictos o pugnas por el sentido del mismo espacio” (Huergo y Morawicki).

Las posteriores dictaduras cívico-militares asestaron duros golpes a la educación, seleccionando contenidos fundamentalistas y obsoletos.

El retorno a la democracia, permitió un nuevo respiro para la enseñanza. Pero se continuo favoreciendo los contenidos técnicos e importantes para el mercado. La huella del neoliberalismo en la educación es tan brutal como la de las dictaduras, fragmentando cada ves más los conocimientos, privatizando la educación. Con su peor cara, la escuela se muestra como una institución de legitimación del sistema imperante. Al mismo tiempo que tiene que enfrentar altos niveles de conflictividad y complejidad social.

Asimismo, es oportuno atender a la diferenciación realizada por McLaren entre “escolarización” y “educación”, ya que “la primera es principalmente un modo de control social; la segunda tiene el potencial de transformar la sociedad, entendiendo al estudiante como sujeto activo comprometido con su desarrollo y su sociedad”.


Bibliografía consultada:

· Apuntes de las clases teóricas de Comunicación y Educación;

· Jorge Huergo: “"De la escolarización a la comunicación en la educación";

· Jorge Huergo y Kevin Morawicki

jueves, 29 de julio de 2010

Una invitación al vuelo...


(...) aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listes de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
el aire estará limpio de todo veneno que no vega de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado ni será mirada por el televisor;
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se incorporará a los códigos penales el delito de la estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;
en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;
los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;
la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;
la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y no por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;
nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;
el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;
la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;
los niños de la calle no serás tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;
los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será privilegio de quienes puedan pagarla;
la policía no será la maldición de quienes no pueden comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda comtra espalda;
una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;
en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de alud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de amnesia obligatoria;
la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: “Amarás a la naturaleza, de la que formas parte”;
serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;
los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;
seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo;
la perfección seguirá siendo aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

Eduardo Galeano: “PATAS ARRIBA. La escuela del mundo al revés”